En ocasiones el paciente no dispone de hueso suficiente por diferentes circunstancias. Algunas de las cuales son:
– tratamientos fallidos de implantes con pérdida del hueso circundante
– enfermedad periodontal agresiva y avanzada
– edentulismos de larga duración, etc..
En estos casos, existen múltiples técnicas para injertar un nuevo hueso que permita la colocación de implantes y rehabilitar la función masticatoria y la estética dental. Algunos de ellos son:
– expansión ósea cortical (cortical split)
– elevación de seno maxilar (sinus lift)
– injertos de hueso autólogo
– injertos de hueso de origen animal (xenoinjertos)
– injertos de encía (epiteliales y conectivos)
Bien empleados, generan las condiciones óptimas para la implantación: